miércoles, 28 de octubre de 2015

Historias porteñas: El fantasma de Felicitas - Leyendas urbanas



Dicen que el fantasma de Felicitas aparece en muchos lugares de la Ciudad de Buenos Aires y en los campos de la zona del río Salado al Sur, en una de sus estancias. Durante muchos años, los 30 de enero, los pañuelos dejados por muchas damas en las rejas de la Iglesia en Barracas, al día siguiente se encontraban humedecidos por sus trágicas lágrimas fantasmales.

Esta Iglesia fue donada por sus padres en su recuerdo. Fue diseñada por el arquitecto Ernesto Bunge; la familia Guerrero, la inauguró discretamente en 1876, cuatro años después de que su hija, la reciente viuda Felicitas fuera asesinada por un festejante despechado.

La joven había contraído matrimonio, obligada por su padre, a los 16 años con don Martín Alzaga, un hombre que casi le triplicaba en edad y que la dejó viuda cuando tenía 22.

No fue feliz en su relación, su primer hijo murió de peste amarilla a los seis años y su segundo hijo feneció con días de nacido. Su anciano marido muere de tristeza poco tiempo después dejándola como riquísima heredera.

Los libros de la época la recuerdan como a una mujer extraordinariamente hermosa y dueña de una envidiable lista de pretendientes, a cual más aristocrático y acaudalado. Entre los candidatos que disputaban su mano estaba Enrique Ocampo, hijo de una tradicional familia porteña. Aquel hombre  apenas  se enteró de que la viuda había aceptado la oferta de matrimonio del estanciero Samuel Sáenz Valiente, -dueño de la estancia colindante- cayó preso de un desequilibrio mental.

Según la historia, la tarde del 29 de enero de 1872, Felicitas había ido de compras a la ciudad y a presenciar los festejos de la inauguración de un puente sobre el río Salado, que entonces bañaba las orillas de su estancia. Cuando regresó a su domicilio, Ocampo la aguardaba sentado en el living y, tras una acalorada discusión, el enamorado sacó un revolver y la hirió de muerte. Su primo, de apellido Demaría, también pretendiente, salió en su defensa, quitó el arma al homicida y lo mató de dos balazos en riña. La certificación de esto se perdió “en el tiempo”. (Aún hoy estas familias involucradas perseveran en un doloroso rencor).

El arquitecto Bunge se había formado en Berlín, y por ello levantó un templo que da cuenta de las influencias en su formación. De estilo gótico románico, la iglesia consta de una sola nave, con crucero y cúpula, la decoración interior combina mármoles, estucos y detalles pictóricos, con tres altares de mampostería policromada y vitrales de origen francés; casualmente fue todo restaurado por Félix Bunge, bisnieto del arquitecto que ayudó a construir el templo que recuerda la vida de Felicitas Guerrero.

Los Guerrero, volverían a donar otra iglesia. La parroquia Corpus Dómine, en el barrio de Villa Luro, famosa por poseer el Retablo histórico que perteneciera a la antigua iglesia de San Nicolás de Bari, que se demolió para construir la avenida Nueve de Julio, la Diagonal Norte y el Obelisco. La Señora Mercedes de Guerrero fue su madrina.

Digo estos datos, porque a la bella muerta se la ha visto por los campos de Lezama (¿recuerdan el magnífico castillo que se ve desde la autovía N ° 2 ?), en el barrio de Barracas, en la hermosa iglesia de Santa Felicitas, en el monumento mortuorio familiar en el Cementerio de Recoleta y-lo más raro- en los túneles del subterráneo de la línea A –en la estación, hoy no operable contigua a la Plaza Miserere-, donde –según el personal de vías y obras- la doliente parece esperar que este subte llegue algún día a la calle Albariños y Rivadavia, a pasos de la Iglesia Corpus Dómine ( Nuestra Fundación ha hecho muchas cosas para lograr su completa restauración).Tal vez no deba esperar muchos años más, el obrador está a solo 20 cuadras de distancia.

Su intención parecería hacerla querer llegar a esta última Iglesia, donada por su familia y que necesita aun mucha ayuda para lo que es uno de los edificios más importantes en la historia barrial. Además supongo que desea que todo el mundo conozca su gran sufrimiento y le den el consuelo de encontrar en el otro mundo la felicidad, perdida desde los 15 años.

Tal vez, si todo se consuma y logre encontrar este último altar para arrodillarse frente a él, logre ese consuelo y la parte de su espíritu que aún no emprende el postrer viaje, termine su triste vagabundeo. Ojalá que así sea, por todos querida FELICITAS.


FUENTE: asusta2.com.ar/


martes, 27 de octubre de 2015

La leyenda de Mothman: El “Hombre Polilla”



La leyenda del Mothman es sin duda una de las más enigmáticas, misteriosas y realmente curiosas historias que existen sobre seres sobrenaturales. Según el mito de origen americano se trata de una entidad alada que suele estar asociada con futuras catástrofes y desgracias, que en muchos casos, son profetizadas anteriormente por la criatura en sueños de algunos involucrados.

El aspecto físico del hombre polilla es, según la descripción de quienes lo han visto, similar al de un humanoide de más de 2 mts. de altura, con considerables alas que se repliegan, cubierto de pelo gris oscuro, grandes garras en las patas y con dos ojos rojos llamativos y luminosos a los que se le atribuyen facultades hipnóticas.

El primer avistamiento oficial del Mothman u hombre-polilla ocurrió una noche de noviembre de 1966, para ser más específicos, el día 15, en la localidad norteamericana de Point Pleasent, Virginia occidental. Los Scarberry y los Mallete, dos matrimonios que viajaban en un auto, se toparon en la carretera, cerca de un antiguo depósito militar, con una criatura de dos metros de altura, dos alas plegadas a la espalda y dos ojos brillantes de color rojizo, que se desplazaba caminando en dos piernas y que se quedó mirando fijamente a los ocupantes del auto. Espantado, Roger Scarberry, el chofer del vehículo, pisó el acelerador y se alejó de allí a más de 160 kilómetros por hora, pero la criatura extendió unas alas de unos tres metros de longitud aproximadamente y remontó vuelo. No tuvo problemas para seguir el auto (a gran altura y planeando sin batir las alas) hasta la entrada del pueblo donde, después de lanzar un fino chillido, similar al emitido “por un ratón grande”, se perdió en la inmensidad del cielo. “Fueron aquellos dos grandes ojos rojos, como faros de automóvil, lo que nos sobrecogió”, declararían posteriormente los cuatro testigos.

A las 10:30 pm de esa misma noche, Newell Partridge, un contratista local que vivía en Salem a unos 90 kilómetros de Point Pleasant, estaba viendo televisión cuando la pantalla se oscureció de repente. Su perro llamado “bandido”, comenzó a aullar hacia la entrada delantera por lo que Newell fue a ver qué ocurría.

Cuando salió al porche, Newell observó a Bandido ladrando en dirección al granero ubicado a pocos metros de la casa. Newell apuntó la linterna hacia allí y vio dos círculos color rojo que comparó inmediatamente con los reflectores de una bicicleta. El perro salió disparado hacía aquellos ojos rojos, mientras Newell regresaba a casa en busca de su escopeta. Presa de un temor absoluto, decidió no volver a salir y durmió aquella noche con el arma sobre la cama.

Los extraños encuentros con esta misteriosa criatura se filtraron a la prensa, que en seguida empezó a llamarla “Mothman”, en una época en que la serie de televisión “Batman” era muy popular.

La abandonada planta de TNT se convirtió en la guarida del Monthman, ya que el lugar se componía de varios cientos de hectáreas de bosques y una red de túneles por los que la criatura podía moverse sin ser visto.

Muy pocas casas se encontraban en la zona, pero una de ellas pertenecía a la familia de Ralph Thomas. El 16 de noviembre, la familia pudo ver una luz roja en el cielo que se movía y flotaba por encima de la planta de TNT. La mujer de Thomas, Marcella Bennett acababa de llegar en coche a la casa con su bebé de pocos meses. De repente una figura se mueve cerca del coche, según contó Marcella “era como si hubiera estado tumbado, una cosa gris grande, más grande que un hombre con terribles ojos brillantes”. La criatura se levantó del suelo lentamente y la señora Bennett sin pensárselo dos veces, corrió con su bebé en brazos hacía la casa.

Según otras fuentes 3 días antes, es decir, el 12 de noviembre de 1966, cerca de Clendenin, en West Virginia. Cinco hombres se encontraban en el cementerio local preparando la fosa para un entierro, cuando algo que parecía un “ser humano de pelaje marrón” despegó de algunos árboles cercanos y voló sobre sus cabezas. Los testigos estaban confundidos ya que no parecía un pájaro, sino más bien un hombre con alas.

Otros casos

El derrumbamiento del puente Silver.

En los meses anteriores al derrumbamiento deI puente de Silver, la ciudad de Point Pleasant en Virginia Oeste se vio sacudida por extraños sucesos. Más de 100 apariciones del Mothman, ovnis, y la presencia de un molesto hombre de piel aceitunada. Algunos creyeron que el Mothman estaba allí para alertarles de algo. Pero nadie supo de qué hasta justo antes de la Navidad de aquel año. El Silver Bridge era un puente extrañamente construido que se sostenía mediante un sistema de suspensión de cadenas. En 1967 tenía casi 40 años y, dada su construcción, el fallo de un eslabón de la cadena podría causar el derrumbamiento del puente completo. El 15 de diciembre de 1967, sucedió el gran desastre. Por la gran cantidad de tráfico que circulaba por ser época festiva, el puente colapsó casi inevitablemente. Murieron más de cuarenta y seis personas en el desastre, al sumergirse sus coches en las aguas heladas del río Ohio justo antes de la puesta de sol. El mayor desastre ocurrido jamás en Point Pleasant, un pueblo con menos de 6000 habitantes.

Aunque la explicación se fundamenta en que el acero del viejo puente se rompió por el desgaste y la antiguedad, muchos afirman haber visto luces parpadeantes en el cielo del atardecer por encima del puente, justo antes de que se derrumbara.

Advertencias previas a la explosión de Cherbobyl.

En abril de 1986 corría un rumor entre los trabajadores de una central eléctrica del sur de Ucrania. Casi una docena de hombres y mujeres declararon haber visto extraños fenómenos similares que les causaron estupor. Algunos tuvieron pesadillas y otros recibieron amenazas por teléfono. Al menos 4 habían visto una extraña criatura; Un enorme hombre de tez oscura, sin cabeza, con unas enormes alas y unos luminosos ojos rojos. Dicha mañana, sin embargo, se programó un examen rutinario del reactor 4 con objeto de estar preparado en caso de una pérdida de potencia. Parecía que los oficiales estaban preocupados por la posibilidad de que ocurriera un desastre en la planta, habiendo recibido numerosas y misteriosas advertencias, especialmente durante los últimos días. Querían estar preparados para cualquier cosa. Se sabía que el reactor 4 era inestable a bajos niveles de potencia y la mañana del 26 de abril de 1986 la central nuclear de Chernobyl explotó, al fallar el suministro de potencia del generador. Aquella mañana murieron 30 personas y 10 más como resultado de la exposición a las radiaciones. El grafito del reactor continuó ardiendo durante 9 días causando la mayoría de los daños radioactivos en la zona. Y, mientras los helicópteros sobrevolaban en círculos arrojando 500 toneladas de arena, barro, plomo y otros productos químicos sobre las llamas, los trabajadores que habían sobrevivido a la catástrofe observaron atónitos un enorme pájaro de 7 metros volando en círculo entre el humo del incendio.

El Mothman en China!.

En 1926 en las estribaciones del sudeste de China tuvo lugar uno de los peores desastres de ingeniería ocurridos en la historia. Allí se encuentra una de las presas más grandes del mundo, aunque sólo la segunda más grande de China, la presa Xiaon Te Dam. La presa se derrumbó el 19 de enero de 1926, arrojando más de 50.000 millones de litros de agua sobre las tranquilas tierras de labranza que se encontraban situadas debajo. Murieron más de 15.000 personas al quedar ciudades enteras demolidas ante aquel flujo torrencial. En otros casos, las casas fueron arrancadas y arrastradas por la corriente durante varios kilómetros manteniéndose completamente intactas. De los que sobrevivieron, casi todos cuentan una historia acerca de haber visto u oído al negro “hombre-dragón” que se apareció a las víctimas del desastre y por los alrededores de la estructura de la presa. Es escaso el número de testigos presenciales de este particular desastre, dado que la mayoría de registros periodísticos fueron destruidos cuando el régimen comunista subió al poder en China.

Un evento anticipado en las Islas Bermudas.

El 3 de junio de 1983 Alison McCarrey planeaba una soñada escapada con su marido, Eric, a las costas de las Islas Bermudas. El día antes de salir de viaje, se tumbó para echar una siesta y una extraña llamada telefónica la despertó. La describió como si se tratara de código morse, sólo pudo oír sonidos estridentes con un montón de interferencias. Pensó en grabar la llamada para que la oyera su marido que conocía el código morse, pero la llamada fue demasiado breve. Volvió a echarse pero, al despertarse más tarde aquella tarde, se dio cuenta de que había estado durmiendo durante más de 6 horas. Lo único en lo que podía pensar era en un agitado sueño que había tenido en el que una figura gris con alas negras la observaba mientras ella se ahogaba en un enorme océano. Su marido llegó poco después a casa pero ella no le contó nada.

Más tarde esa misma noche, no podía conciliar el sueño y oyó a su perro, un terrier escocés, que gruñía y arañaba la puerta principal de la planta inferior. Bajó a inspeccionar y cuando miró hacia el exterior, declaró más tarde: “Quería reírme porque no me lo podía creer. Pero no pude hacerlo. Fue como si una mano me rodeara la garganta, tenía tanto miedo”. En su césped, delante de ella, estaba el enorme hombre alado de su sueño. El ser fue volando en dirección a la ventana donde ella permanecía de pie. “Pero no movió ninguna parte del cuerpo, de repente estaba volando hacia mí”. Su “aterrorizador” grito despertó a su marido quién la encontró de pie temblando en el vestíbulo principal. Le explicó toda la historia entre sollozos y gemidos. Al día siguiente, parecía estar aún tan impresionada, que su esposo decidió posponer el viaje.

Descubrieron más tarde, al llamarles sus amigos preguntando si seguían vivos, que el avión en el que supuestamente tenían que viajar había desaparecido durante una tormenta en el triángulo de las Bermudas y nunca se supo nada más de él.

El Hombre Polilla y el terremoto de Chicago.

En 1951 ocurrieron extraños sucesos en los EE.UU. Se dieron numerosos casos de amenazas rojas, amenazas de bomba y caza de brujas. La gente estaba muy agitada con el comienzo de la guerra fría. Y Chicago había experimentado el único terremoto de su historia. Bastantes días antes del terremoto, las personas que estaban navegando por el lago de Michigan declararon haber visto a una gran criatura negra o “una paloma demoníaca” sobrevolando los edificios de Chicago. Otros que trabajaban en edificios de gran altura dijeron haber visto extrañas luces en movimiento sobre el mismo lago. El 5 de mayo, día del terremoto, muchas personas declararon repentinos e inexplicables golpes en las puertas de sus hogares o, lo que es aún más extraño, en puertas de armarios y gabinetes. ¿Pudo ser entonces que Mothman tratara de mantenerlos a salvo en el interior de sus casas? Parece ser que una joven pareja abrió la puerta de su casa y tras encontrarse de frente con una enorme figura gris, fueron conducidos sin poder ver nada a un parque cercano siguiendo los hipnóticos ojos rojos de aquella extraña criatura. Cuando salieron del trance, la criatura había desaparecido y la tierra comenzó a temblar. Todo el edificio de apartamentos, en cuya planta baja vivía la pareja, se derrumbó. En el edificio murieron 12 personas, siendo las únicas víctimas mortales de la ciudad entera durante el terremoto.

Sucesos extraños en La guerra de Crimea.

Una de las historias más extrañas que se han vinculado al Mothman y también una de las más antiguas, tiene lugar durante la guerra de Crimea, en una batalla particularmente sangrienta que duró 6 días cuando las tropas de ambos bandos se dieron cuenta de que el día siguiente era 15 de marzo, los idos de marzo. Siendo ambos bandos tremendamente supersticiosos, gente sencilla, los dirigentes acordaron un día de tregua. Sin embargo, un pequeño grupo formado por 5 soldados rusos planeaban una emboscada que se llevaría a cabo la noche siguiente. Parece ser que avanzaron hacia las líneas enemigas utilizando las luces de las linternas de su propio campamento. En el centro del campo de batalla el aire se oscureció de pronto y los 5 hombres levantaron la vista y vieron un enorme pájaro que volaba en círculos sobre ellos. Entonces, un superviviente declaró que se trataba de un cuervo, de ahí que la historia se cuente asociada a la mitología del cuervo, pero otros testigos dieron detalles que hacían pensar en el Mothman. Se quedaron hipnotizados y, cuando volvieron a bajar la vista continuaron avanzando hacia las líneas enemigas en la dirección por la que habían llegado. Cuando llegaron a lo que creían que eran las tropas enemigas, comenzaron a recibir una lluvia de disparos de los guardianes permanentes. 3 de ellos murieron al instante y el cuarto cayó en brazos de su hermano y murió desangrado lentamente. Uno de los hombres sobrevivió, protegido por el cuerpo de su hermano.

Pero lo extraño de la historia son las declaraciones de los guardianes rusos que estaban allí observando. Todos ellos juraron que los 5 hombres eran del ejército turco, que iban vestidos con turbantes y togas y que gritaban a todo pulmón, seguidos por una multitud de miles de chiflados enormes. A media noche, los enfurecidos turcos contraatacaron y lo que empezó siendo una efímera imagen terminó en una de las batallas más sangrientas de cualquier país.

Mothman en Alemania.

Otro caso parece ser atribuido a favor de Mothman, caso en el que salvó a 21 personas. El 10 de septiembre de 1978, unos trabajadores que debían realizar una misión en una mina de carbón de Friburgo en Alemania, al llegar allí, se encontraron la entrada del pozo de la mina bloqueada por una misteriosa y terrorífica figura con las alas extendidas. Muchos de los hombres intentaron alcanzar a la criatura y entrar a la mina, pensando que se trataba sólo de una aparición. Se vieron obligados a retroceder cuando la criatura comenzó a soltar inaguantables y agudos alaridos “como si gritaran 50 personas” o “como si se oyera el frenazo de un tren”. Después de aproximadamente una hora de espera, los hombres se preocupaban de limpiar la parte exterior de la mina con la esperanza de que la criatura se fuera. Al rededor de las 8 de la mañana el suelo tembló con la fuerza propia de una enorme explosión subterránea. El Mothman se había ido y en su lugar encontraron una enorme columna de fuego que provenía de la entrada de la mina, un incendio que seguramente los habría matado a todos.

6 meses más tarde sólo un tercio de los hombres continuaron trabajando en la mina. Otros cambiaron de oficio, muchos se quedaron sin empleo y, aparentemente, con gran dificultad para encontrarlo. Dos de ellos se dedicaron a descubrir lo que ocurrió y hacérselo saber al mundo entero. Los dos murieron inusitadamente jóvenes y en la más absoluta de las miserias.

lunes, 26 de octubre de 2015

911 ¿cual es su emergencia? - Historias de terror



Operadora: 911, ¿Cuál es su emergencia?

Señor: Sí, hola, eem ... Esto va a sonar un poco extraño, pero hay un hombre tropezando en círculos en mi jardín.

Operadora:... ¿Puede repetir eso, señor?"

Señor: Se ve... enfermo, perdido, o borracho, algo así. Me desperté a buscar un vaso de agua y oí crujir ramas debajo de mi ventana delantera, así que miré hacia fuera yyy... ahora estoy mirándolo, esta aproximadamente a diez metros de distancia de mi ventana. Algo no está bien.

Operadora: ¿Cuál es su dirección, señor?

Señor: 1617 Quarry Lane, en Pinella Pass.

Operadora: Voy a enviar una patrulla, pero eso es bastante lejos. ¿Está solo en su casa señor?

Señor: Si estoy solo.

Operadora: ¿Puede confirmar que todas las puertas y ventanas están cerradas? Permanezca en el teléfono conmigo.

Señor: La puerta principal definitivamente está cerrada, pero la trasera no estoy seguro voy a revisarla.

Operadora: ...

Operadora: Le agradezco su ayuda, por cierto, sé que esto es un poco extraño, pero realmente espero que...

Señor: ...

Operadora: ... ¿Señor? Sigue ahí?

Señor: Él est... él esta todavía en el jardín. Pero me... ¿qué demonios?

Operadora: ¿Señor? Quédese conmigo, ¿que está pasando?

Señor: Está observándome... se encuentra de pie y completamente inmóvil, mira hacia mí dirección de una forma extraña... Ahora esta haciendo una señal con las manos, está sonriéndome.

Operadora: ¿que está haciendo con las manos, señor?

Señor: Emmm... esta haciendo una señal con las manos. Tiene una enorme sonrisa y permanece  quieto. No se como explicarlo pero es antinatural... ¿qué coño? Por favor, manden a alguien aquí ¡¡DEPRISA!!

Operadora: Señor necesito que mantenga la calma. He puesto la llamada y un oficial está en camino.

Señor: Sus dientes son tan enormes... maldita sea... por favor ayúdame...

Operadora: Señor quiero que trate de mantener un ojo sobre él y al mismo tiempo corrobore si la puerta trasera esta cerrada. Tenemos que ratificar de que todos los posibles puntos de acceso estén asegurados. ¿Puede confirmarme eso?

Señor: Está bien... Estoy caminando hacia atrás en este momento y mantengo la vista en él... Ahora mi mano está en el pomo de la puerta... parece cerrado. Tengo que verificar el cerrojo, así que voy a desviar la mirada una fracción de segundo.

Operadora: Muy bien, señor. La ayuda está en camino. Quédese en el teléfono conmigo, todo va a estar bien.

Señor: ...

Operadora: ... ¿Señor? Sigues ahí? "

Señor: Él tiene... su rostro contra el vidrio.

Operadora: Señor, lo necesito para hablar. ¿que está sucediendo?

Señor: Miré hacia otro lado por una fracción de segundo y ahora... su cara está pegada a la ventana. Sus dientes son enormes, todavía está sonriendo... sus ojos son negros ... Jesús favor ayúdenme.

Operadora: Señor, necesito que vaya a la habitación más cercana y se encierre en ella. ¿Tiene un sótano o una cuarto próximo?.

Señor: No voy a dejar de mirar... va a hacerme daño...

Operadora: Señor necesito que me escuche. Ocúltese en un lugar seguro hasta que el oficial llegue a su casa. ¿Puede oírme?

Señor: Yo... sí... sí, voy a encerrarme en mi habitación.

Operadora: Disculpe que reitere, pero está seguro de que no hay nadie en casa? ¿verdad?

Señor: Sí, estoy solo ... Espere un momento... se acaba de mover. Está ladeando la cabeza. Nos escucha y luego niega. Me dice que no estoy solo.

.........

Operadora: ¿Señor? ¿sigue ahí? Oí un ruido fuerte, esta todo bien?

Señor: ......

Operadora: ¿Señor?

jueves, 22 de octubre de 2015

La leyenda de "La llorona"



De los campos a las ciudades emigran muchas jovencitas en busca de cumplir sus anhelados sueños, terminar sus estudios y de tener mejores trajes y dinero para ayudar a sus familias.

Esta muchacha como muchas otras llegó a la ciudad y se empleo en casa de ricos. Al poco tiempo se enamoró del hijo de su patrona resultando embarazada. Por tal motivo recibió inevitablemente el cruel despido de su labor como sirvienta.

No habiendo más que hacer, regresó a su casa escondiendo su hijo bajo el delantal. Como era de esperar no pudo eludir por mucho tiempo aquel secreto. Su familia, apegada al cristianismo, comenzó a recriminar su error a todas horas, creándole gran angustia.

Una noche bajo una gran lluvia corrió hacia el río y lanzó a su pequeño en aguas profundas. Al ver lo que había hecho se arrojó detrás gritando y llorando desconsoladamente.

Todavía en noches de luna, después de una creciente, se oye el llanto de esta mujer. Que se puede ver tratando de alcanzar a su hijo tras la claridad que produce la luz de la luna al reflejarse en el agua del río.

Dicen que el señor en su gran misericordia tendrá compasión de ella y que algún día lo encontrará, volverá a la vida y será un gran hombre revolucionario de la sociedad.


La Llorona Versión 2

En las altas horas de la noche, cuando todo parece dormido y sólo se escuchan los gritos rudos con que los boyeros avivan la marcha lenta de sus animales, dicen los campesinos que allá, por el río, alejándose y acercándose con intervalos, deteniéndose en los frescos remansos que sirven de aguada a los bueyes y caballos de las cercanías, una voz lastimera llama la atención de los viajeros.

Es una voz de mujer que solloza, que vaga por los márgenes del río buscando algo, algo que ha perdido y que no hallará jamás. Atemoriza a los chicuelos que han oído, contada por los labios marchitos de la abuela, la historia enternecedora de aquella mujer que vive en los potreros, interrumpiendo el silencio de la noche con su gemido eterno.

Era una pobre campesina cuya adolescencia se había deslizado en medio de la tranquilidad escuchando con agrado los pajarillos que se columpiaban alegres en las ramas de los higuerones. Abandonaba su lecho cuando el canto del gallo anunciaba la aurora, y se dirigía hacia el río a traer agua con sus tinajas de barro, despertando, al pasar, a las vacas que descansaban en el camino.

Era feliz amando la naturaleza; pero una vez que llegó a la hacienda de la familia del patrón en la época de verano, la hermosa campesina pudo observar el lujo y la coquetería de las señoritas que venían de San José. Hizo la comparación entre los encantos de aquellas mujeres y los suyos; vio que su cuerpo era tan cimbreante como el de ellas, que poseían una bonita cara, una sonrisa trastornadora, y se dedicó a imitarlas.

Como era hacendosa, la patrona la tomó a su servicio, y la trajo a la capital donde, al poco tiempo, fue corrompida por sus compañeras con los grandes vicios que se tienen en aquellos lugares, y el grado de libertinaje en el que son absorbidas por las metrópolis. Fue seducida por un jovencito de esos que en los salones se dan tono con su cultura y que, con frecuencia, amanecen completamente ebrios en las casas de tolerancia. Cuando sintió que iba a ser madre, se retiró “de la capital y volvió a la casa paterna. A escondidas de su familia dio a luz a una preciosa niña que arrojó enseguida en las aguas profundas del rió, en un momento de incapacidad y temor a enfrentar a un padre o a una sociedad prejuiciosa. Después se volvió loca y, según los campesinos, el arrepentimiento la hace vagar ahora por las orillas de los riachuelos buscando siempre el cadáver de su hija que no volverá a encontrar.

Esta triste leyenda que, día a día la vemos con más frecuencia que ayer, debido al crecimiento de la sociedad, de que ya no son los ríos, sino las letrinas y tanques sépticos donde el respeto por la vida ha pasado a otro plano, nos lleva a pensar que estamos obligados a educar más a nuestros hijos e hijas, para evitar lamentarnos y ser más consecuentes con lo que nos rodea.

De entonces acá, oye el viajero a la orilla de los ríos, cuando en callada noche atraviesa el bosque, aves quejumbrosos, desgarradores y terribles que paralizan la sangre. Es la Llorona que busca a su hija…


La Llorona versión 3

Se cuenta que existió una mujer indígena que tenía un romance con un caballero español, la relación se consumó dando como fruto tres bellos hijos, los cuales la madre cuidaba de forma devota, por su gran adoración.

Los días seguían corriendo, entre mentiras y sombras, la pareja se mantenía escondida de los demás para disfrutar de su vinculo. La mujer viendo la necesidad de sus hijos por un Padre de tiempo completo comienza a pedir que la relación sea formalizada, el caballero la esquivaba en cada ocasión, quizás por temor al qué dirán, siendo él un miembro de la sociedad en sus más altos niveles. Pensaba mucho en la opinión de los demás y aquel nexo con una indígena podría afectarle demasiado su estatus.

Un tiempo después, tras la insistencia de la mujer y la negación del caballero, el hombre la deja para casarse con una dama española de la alta sociedad. La Indígena al enterarse, dolida por la traición y el engaño, tomó a sus tres hijos, llevándolos a orillas del rió, y abrazándolos fuertemente con el profundo amor que les profesaba los hundió en el hasta ahogarlos en acto de total desesperación. Para después terminar con su propia vida al no poder soportar la culpa de las acciones cometidas.

Desde ese día, se escucha, en el lago donde todo ocurrió (Texococo), el lamento lleno de dolor de la pobre mujer. Quienes miren por la ventana, cerca de la playa mayor, verán una mujer vestida enteramente de blanco, delgada, clamando por sus niños y esfumándose de repente.


ANALIZANDO EL MITO

Consumada la conquista y poco más o menos a mediados del siglo XVI, los vecinos de la ciudad de México se reunían en sus casas por el toque de queda, avisado por las campanas de la primera Catedral; a media noche y principalmente cuando había luna, despertaban espantados al oír en la calle, tristes y prolongadisimos gemidos, lanzados por una mujer a quien afligía, sin duda, profunda pena moral o tremendo dolor físico.

Las primeras noches, los vecinos se resignaban a santiguarse por el temor que les causaban aquellos lúgubres gemidos, que según ellos, pertenecían un alma del otro mundo; pero fueron tantos y tan repetidos y se prolongaron por tanto tiempo, que algunos osados quisieron cerciorarse con sus propios ojos de qué se trataba aquello; y primero, desde las puertas entornadas, las ventanas o balcones, y posteriormente atreviéndose a salir a las calles, lograron ver a la que, en el silencio de las oscuras noches o en aquellas en que la luz pálida de la luna caía como un manto vaporoso lanzaba agudos y agónicos gemidos. Vestía la mujer un traje blanco y un espeso velo cubría su rostro. Con lentos y callados pasos recorría muchas calles de la ciudad. Cada noche tomaba distintos caminos, pero siempre pasaba por la Plaza Mayor (hoy conocida como el Zocalo de la Capital), donde se detenía e hincada de rodillas, daba el último angustioso y languidísimo lamento en dirección al Oriente; para luego continuar a paso lento y pausado hacia el lago y al llegar a sus orillas, que en ese tiempo penetraba dentro de algunos barrios, como una sombra se desvanecía entre sus aguas.

"La hora avanzada de la noche, - dice el Dr. José María Marroquí- el silencio y la soledad de las calles y plazas, el traje, el aire, el pausado andar de aquella mujer misteriosa y, sobre todo, lo penetrante, agudo y prolongado de su gemido, que daba siempre cayendo en tierra de rodillas, formaba un conjunto que aterrorizaba a cuantos la veían y oían, y no pocos de los conquistadores valerosos y esforzados, quedaban en presencia de aquella mujer, mudos, pálidos y fríos, como si de mármol se tratasen. Los más animosos apenas se atrevían a seguirla a larga distancia, aprovechando la claridad de la luna, sin lograr otra cosa más que verla desaparecer concluyendo su recorrido, como si se sumergiera entre las aguas, y no pudiéndose averiguar más de ella. Ignorándose quién era, de dónde venía y a dónde iba, se le dio el nombre de La Llorona."


El Origen de la Llorona

El antecedente mas conocido de la leyenda de la llorona tiene sus raíces en la mitología Azteca. Una versión sostiene que es la diosa azteca Chihuacóatl, protectora de la raza. Cuentan que antes de la conquista española, una figura femenina vestida de blanco comenzó a aparecer regularmente sobre las aguas del lago de Texcoco y a vagar por las colinas aterrorizando a los habitantes del gran Tenochtitlán.

"Ay, mis hijos, ¿dónde los llevaré para que escapen tan funesto destino?", se lamentaba.

Un grupo de sacerdotes decidió consultar viejos augurios. Los antiguos advirtieron que la diosa Chihuacóalt aparecería para anunciar la caída del imperio azteca a manos de hombres procedentes de Oriente. La aparición constituía el sexto presagio del fin de la civilización.

Con la llegada de los españoles al Continente Americano, y una vez consumada la conquista de Tenochtitlan, sede del Imperio Azteca, años mas tarde y después de que murió Doña Marina, mejor conocida como la "Malinche" (joven azteca que se convirtió en amante del conquistador español Hernán Cortés), se decía que esta era la llorona, la que venía a penar del otro mundo por haber traicionado a los indios de su raza, ayudando a los extranjeros para que los sometieran.


Las "Otras" Lloronas

-Esta leyenda se extendió a otros lugares del país, manifestándose de diversas maneras. En algunos pueblos se decía que la llorona era una joven enamorada que había muerto en vísperas de la boda y traía al novio la corona de rosas blancas que nunca utilizó.

-En otras partes, se creía que era una madre que venía a llorarle a sus hijos huérfanos.

-Algunos afirman que es una mujer que ahogó a uno de sus hijos y por la noche lo busca a lo largo de los riachuelos o quebradas, exhalando prolongados lamentos.

-Otra descripción de la llorona es la siguiente:
Mujer de figura desagradable, alta y desmelenada, de vestido largo y rostro cadavérico. Con sus largos brazos sostiene a un niño muerto. Pasa la noche llorando, sembrando con sus sollozos lastimeros, el terror en los campos, aldeas, y aún en las ciudades.

Se hace referencia a este personaje acorde con la tradición oral, donde se le define como una madre soltera que decidió no tener a su hijo y por eso aborta, acarreándole esto el castigo de escuchar permanentemente el llanto de su niño. Esta condena la desesperó y la obligó a deambular por el mundo sin encontrar sosiego, llorando, gimiendo e indagando por el paradero de su malogrado hijo.


FUENTE DE INFORMACIÓN:
-escalofrio.com (ir a su artículo para consultar específicamente sus fuentes).
-mitosyleyendascr.com Relato realizado por: Don Concepción Azofeifa.
-leyendadeterror.com/


miércoles, 21 de octubre de 2015

El chat prohibido - Historias de terror



Un día me dijo que era vidente, y no es que no le creyera, pero me muestro generalmente bastante incrédula respecto a estos temas. Lo que no veo, no existe para mí. No digo que debiera haberle creído sólo porque le estimaba ya que en mi opinión la amistad y la confianza son muy importantes, pero simplemente hice un esfuerzo y le di el beneficio de la duda. ¿Y si era yo la que estaba equivocada?. No volvimos a hablar del tema hasta que un día volvió a aparecer en el chat donde estábamos conversando y me envió un privado. Era una de esas ventanitas que sólo podíamos ver ella y yo. Absolutamente privado.

ELLA - Hola, ¿seguimos el tema?

YO - ¡Vale! Pero no creo que puedas convencerme, ya sabes... me cuesta creer estas cosas.

ELLA - No pretendo convencerte de nada, pero nací con ciertos dones y tampoco tengo intención de ocultarlos al mundo.

YO - Eso debe estar bien.

En realidad no sabía qué decirle. ¿Estaba bien? En fin... poco podía decir yo al respecto.

ELLA - Está bien, pero no siempre. Cuando tengo una visión acabo agotada.

YO - ¿Te supone un esfuerzo?

ELLA - Sí, bastante esfuerzo.

YO -¿Y por qué lo haces?

ELLA - No es algo que se elija, se nace con ello.

Hubo un silencio en el que ninguna de las dos parecía saber qué decir. Miré el canal donde nos habíamos conocido siete meses atrás. Estaban hablando de las próximas vacaciones de verano.

ELLA - ¿Sigues ahí?

YO - Sí, ¿no puedes verlo? .-Bromeé.

Entonces dijo algo que me asustó.

ELLA - Sí, puedo verte.

Tragué saliva y pensé, vaya, me está tomando el pelo y yo caigo como una tonta.
Sentí un escalofrío pero decidí presionarla.

YO - ¿Ah, sí? Pues dime... ¿con quién estoy?

ELLA - Sola

Bueno, eso podía haberlo comentado antes en el chat y que ella lo hubiese leído. Decidí seguir con aquello como si se tratara de un juego.

YO - Dime algo que me sorprenda. Algo que veas en mi habitación.

ELLA - Veo que tienes algunas de las teclas de tu ordenador borradas. Tecleas rápido.

YO - Ya, pero eso puede pasarle a cualquiera. Las letras de los teclados se borran.

ELLA - Tú tienes borrada la A, la S, la L y la M.

Miré mi teclado más curiosa que horrorizada, pero de la curiosidad a la ansiedad hubo tan sólo un instante. Ya no me hacía tanta gracia el juego. Mi condición de incrédula, no obstante, me hizo ir más allá.

YO - Amiga... estoy segura de que casi todos tenemos las mismas letras borradas. Dime algo que sorprenda de verdad.

ELLA - ¿Por qué quieres seguir con esto si no me crees?

Buena pregunta, pensé.

YO - Igual para conocerte un poquito más, o para experimentar algo que no haya experimentado antes.

En ese momento supe que ella sonreía desde su lado del monitor. Internet es un sitio particular. Estás en tu casa, en camiseta de tirantes y pantalón corto, descalza y con el ventilador puesto cuando al otro lado de la pantalla alguien te habla abrigado hasta el cuello, con un par de calcetines y la estufa puesta porque tú estás disfrutando del inminente verano y ellos aún están pasando clima de invierno.

Mi amiga se había mostrado siempre amable, abierta, simpática y con un buen sentido del humor. Se podía decir que coincidíamos en todo menos en este tema. No nos gustaba el fútbol, adorábamos las comedias, nos encantaba Oscar Wilde, ambas habíamos visitado Orlando, a las dos se nos había muerto el padre... ¡eran tantas cosas las que nos acercaron y nos hicieron grandes amigas!.

ELLA - ¿Cómo llevas el libro? –Preguntó de pronto.

YO - ¿Qué libro?

ELLA - El que tienes encima de la mesa... déjame ver... La fuerza bruta, de John Steinbeck.

Miré a mi derecha con los ojos como platos. ¿Se lo había dicho? ¿Le había dicho que lo había empezado o que iba a leerlo? ¿Le había dicho que solía poner los libros en mi mesa porque me encantaba mirar una y mil veces las portadas de los libros que me estaba leyendo? Evidentemente, la respuesta debía ser sí.

YO - Acabo de empezarlo.
Lo escribí sin dejar notar nada sobre mi –todavía- sorpresa.

ELLA - Yo no lo he leído.

YO - Ya te diré qué me parece.

En el chat general el tema de conversación giraba en torno a las lanchas motoras. No me pareció más interesante que mi conversación en privado y me puse a pensar qué podía preguntarle para descubrirla o rendirme a sus pies definitivamente. Pero habló ella.

ELLA - Alguien va a llamar a la puerta.

YO - Ah, pues ve, te espero.

ELLA - No. Es en tu casa.

Sonreí incrédula. Iba a poner una risa (jajajaja) cuando sonó el timbre. Miré hacia la puerta de la habitación. Mis ojos volvieron a la frase premonitoria de mi amiga.

YO - Ahora vengo.

ELLA - Ok.

Llegué hasta la puerta y miré por la mirilla. Un vendedor de alfombras.

- No me interesa. –Dije para no tener que abrir.

El chico dijo algo que sonó despectivo y se marchó a otro piso.
Volví al chat.

YO - ¿Cómo lo sabías? Era un vendedor de alfombras.

ELLA - Te he dicho que puedo verte.

Sopesé la posibilidad de que tuviera razón pero mi sensatez lo negaba una y otra vez. No había nacido yo para creérmelo todo, y menos aún aquello que escapaba a la lógica. Mi amiga no sólo estaba en su casa, sino que estaba en otro país y teníamos distinta franja horaria.

ELLA - ¿Sabes? Algo me dice que debo seguir mirándote. No te asustes pero...

YO - pero???????

ELLA - Es que no sabría explicártelo. Generalmente tengo visiones premonitorias, otras veces, como hoy, puedo provocar el verte. Aparecen imágenes frente a mí y te veo, veo tu habitación, pero esto supone un gran esfuerzo. Me duele la cabeza.

YO - Ya, pero... ¿y el “pero” que decías?

ELLA - Es que no quiero asustarte pero presiento algo raro.

YO - Ahora sí que me estás asustando.

¡Pero qué poca firmeza tenía, por Dios! ¡Ahora estaba asustándome de verdad! Yo, la incrédula, la que si no ve, no cree. Me sentía agitada. Quizás se debía a que eran pasadas las diez de la noche ya, estaba sola en casa y la última persona que había visto había sido un desconocido poco amable desde una mirilla. Al menos aún podía escuchar el volumen alto de un televisor. Era mi vecina, una viejecita que estaba algo sorda.

YO - No sé pero... quizás deberíamos cambiar de tema.
No es que me hayas convencido pero...

ELLA - :) No te preocupes, te entiendo. ¿Tengo tu permiso para seguir observando?

YO - Claro, pero que conste que no tengo tan claro que puedes verme. Mi sesera me impide creerte. :)

Miré de nuevo el chat para ver si surgía algún tema en el que pudiera involucrarme pero estaba parado. Había unos siete miembros en el chat y ninguno de ellos hablaba.
Todos estaban en privados. Miré la ventanita del privado de mi amiga.

Iba a escribir algo cuando vi que ella se me había adelantado.

ELLA - Cielo, ahora no te asustes pero, no estás sola.

Sentí un escalofrío en mis piernas y mis brazos. Tanto se erizó el vello que me dolió. ¿Cómo se podía calificar a una de “cielo” para luego decirle que no estabas sola en la habitación?.

YO - ¿Qué quieres decir? Me estás poniendo nerviosa.

ELLA - No puedo identificarle pero está detrás de ti

YO - Por favor para

ELLA - No se mueve casi, no te asustes, déjame observarle.

YO - Estoy asustada.

Ahora sí que lo estaba. Miraba la ventana. Oscuridad total. No me atrevía a girarme hacia atrás. ¿Y si veía algo que no quería ver? ¿Y si allí estaba mi amiga? ¡u otra persona! Eso aún era peor... comencé a notar un nudo en la garganta. Hubiera querido ser más valiente o más cobarde y llorar, pero estaba estancada en mi propia lucha para creer o no creer.

ELLA - ¿Notas frío a tu alrededor?

Su pregunta me llegó casi cuando estaba a punto de apagar el ordenador y encender la luz del techo para meterme rápidamente en la cama y olvidarme del tema.

YO - Estamos a más de 30 grados.- Le informé.

ELLA - Ok. Es que no consigo entrar en él.

YO - ¿¿¿EL??? ¿entrar??

ELLA - Se muestra como una estatua por eso no me deja descubrirle. No sé si es bueno o tiene malas intenciones. Sólo sé que está ahí, estático.

YO - Yo no veo a nadie... esto no me gusta.

ELLA - Ya te dije que no te asustarás, cielo. Además, yo estoy contigo.

YO - Sí, a miles de kilómetros de distancia.

Entonces lo noté. Una especie de roce helado, como si hubieran puesto una mano sobre mi brazo. El pelo se erizó en aquella zona, completamente en alto. El resto de mi cuerpo no percibió nada.

YO - ¡Está pasando algo!

ELLA - ¿Qué??

YO - He sentido un frío helado en mi brazo.

ELLA - Tranquilízate.

YO - Se me ha erizado el pelo, tengo una extraña sensación.
Comenzaba a ser pánico.

ELLA - Cielo, tranquila, hazme caso.

YO - Esto es muy raro
Estoy asustada. Necesito tranquilizarme, estoy.... joder!

YO - joder joder joder joder joder

ELLA - ¿Quieres dejar de escribir?

YO - joder joder joder joder joder

ELLA - Te va a dar una taquicardia, tranquilízate.

Y entonces noté un soplo frío en un mi cuello, como si me hubieran tirado el aliento.

YO - ¿Qué significa el frío del que me hablabas?

ELLA - El frío lo transmiten los muertos cuando se acercan, generalmente algo enfadados o...

YO - ¿OOOOOO??????????

ELLA - violentos

YO - ¿VIOLENTOS?????

YO - Joder ayúdame, qué hagooooooooo?????

ELLA - Tranquilízate, yo no lo he visto moverse.

YO - ¡Haz algo!

ELLA - Cielo ¿quieres tranquilizarte?

YO - ¡Hay alguien conmigo joder! Tengo un muerto tirándome su aliento en mi espalda, estoy acojonada, estoy asustada, estoy llorando.

ELLA - Cielo.... ¿te importaría escucharme? Deja de escribir y lee esto.

Hice un esfuerzo. Para mí escribir suponía no mirar atrás y leer palabras, ya fueran suyas o mías, sentirme menos sola en mi habitación.

ELLA - No hay nadie, cariño.

YO - Lo dices para tranquilizarme.

ELLA - NO HAY NADIE

YO - Está aquí, lo siento, lo presiento lo notooooooo.

ELLA - Ok. Escúchame. Era broma.

YO - ¿Broma????

ELLA - Quería demostrarte que no existen los incrédulos, cálmate por favor. Yo no veo nada, es cierto que a veces tengo visiones premonitorias, como cuando han llamado a la puerta, pero no puedo obligarme a ver a nadie.

YO - pero yo siento algo

Esto último lo escribí con lágrimas en los ojos y más asustada que nunca.
Sus palabras no me tranquilizaban. Las lágrimas a veces me impedían leer bien pero me las quitaba restregándome en segundos los ojos o apretando los párpados para que salieran disparadas y dejaran de molestarme.

ELLA - Voy a llamarte por teléfono.

Pocos segundos después sonaba el timbre del teléfono. ¿Había hecho ella misma una conferencia para convencerme de que no existían las videntes ahora que ya me lo había creído?. Fui a descolgar pero ocurrió algo que congeló mi mano en el aire.

ELLA - Cielo, no puedo llamarte sin desconectar esto. Sólo tengo una línea. ¿Puedo llamarte o prefieres que sigamos aquí?

Cuando ya tenía puesta la mano en el auricular ví su privado. ¿Cómo podía escribirme y llamarme a la vez? Miré el identificador de llamadas antes de descolgar. No había número, era anónimo. No era ella. Eso lo tenía claro después de haber visto el privado.

Respiré hondo y dudé entre contestar al privado o descolgar el teléfono. Me decidí por la llamada.

- Dígame.

- Tu amiga va a a morir mientras tú escuchas este mensaje.

Jamás había sentido tanto miedo y jamás en mi vida mi corazón había dado un vuelco tan grande ni mis piernas –aún sentada- me habían fallado con tal rapidez. Me hice de mantequilla. Comenzó a darme vueltas la habitación y luché por recuperar el aliento.

De pronto la línea se cortó y comenzó el molesto pitido de “comunicando”. Solté el auricular como si me quemara en las manos. Volví rápidamente al chat, al privado. Tecleé tan rápido que lo escribí todo mal.

YO - ?ESta`s ahí´?
YO - respondeeee!!!!
YO - responde por favvor!!!!
YO - ¿no me lees¿¿¿
YO - DI ALGOOOOOOOO

Histérica, cogí mi agenda y marqué su número de teléfono. Yo sí tenía dos líneas y podía permitirme permanecer en internet mientras le llamaba. Conseguí comunicación con el extranjero y esperé... esperé nerviosa, mordiéndome el labio, más agitada que entera, más asustada que nunca... prácticamente bailaba en mi asiento.

Pero no contestaba.

Colgué furiosa pegándole tal golpe al auricular que pensé que me habría cargado el teléfono. Volví al privado y traté de que mi amiga respondiera. No lo hacía. Al final apareció un mensaje en mi privado. En su ventana.

ELLA - Ahora sí te veo. No tengas miedo. Sólo me quedaré un momento.

Sentí un escalofrío que me recorrió la espina dorsal. El chat me indicó que tras escribir esa última frase, mi amiga había salido del mismo. Ya no estaba allí. No se había despedido de nadie, ni de mí, ni del resto de los miembros del chat. Se había desconectado.

Miré fijamente la pantalla que sólo se movía ahora en el chat general. Ni siquiera sé de qué estaban hablando. Para mí todas las líneas no tenían significado, sólo podía mirar su último comentario del privado. “Ahora sí te veo. No tengas miedo. Sólo me quedaré un momento”.

Entonces lo entendí.
Comencé a llorar desesperada.

Mis manos corrieron a mis ojos y lloré sofocada, entendiendo que mi amiga había muerto, que era yo la que había tenido el presentimiento y la premonición, y que ahora ella estaba a mi lado. Esta extraña comprensión me hizo girarme y mirar mi habitación vacía. No quería creer que no estuviera allí. No podía, no después de todo....

Acarició mi cabeza tan suave como un suspiro. Transmitió tal cantidad de paz que lejos de asustarme me relajó. Mis lágrimas continuaron cayendo por las mejillas. Ya no las secaba. Miraba al vacío sabiendo que ella estaba frente a mí.

- ¿Qué te han hecho? . –Pregunté al aire.

- Pssss.

Respiré hondo al escuchar ese sonido. Era como cuando era pequeña, tenía miedo y mi madre ponía su dedo en la boca y soplaba para que olvidara el tema y pensara en cosas bonitas.

Ladeé triste la cabeza. La paz de su caricia no me abandonaba pero sabía que éste sería nuestro primer y último encuentro sin el ordenador de por medio. Me tembló el labio.

- Te echaré de menos.

En ese momento en el ordenador hubo un movimiento general. Se minimizó el chat, se abrió solo un archivo de texto, y apareció una pequeña frase en la página en blanco:

Y YO A TI.

martes, 20 de octubre de 2015

Amigas para siempre - Historias de terror



Año 1982. Alicia y Sara eran dos chicas, ambas de 15 años, e íntimas amigas desde la más tierna infancia. Vivían en el mismo barrio, estudiaban en el mismo instituto, iban a la misma clase... en fin, eran inseparables. Sin embargo, tenían caracteres muy diferentes. Alicia era alegre y extrovertida, mientras que Sara era muy tímida y callada.

Cierto día, Sara le propuso a Alicia:

- ¿Por qué no hacemos un juramento de sangre?

- ¿Qué?

- Mira, por si algún día perdemos el contacto, juramos que la que muera antes de nosotras dos, irá a avisar a la otra.

- Qué tontería, Sara, nosotras siempre estaremos juntas.

Ante la insistencia de Sara, y entre asombrada y divertida, Alicia al final aceptó la propuesta. Ambas se practicaron un corte con una navaja en el dedo índice de la mano derecha, y sellaron el pacto a la luz de unas velas. Pasaron los años. Alicia había terminado sus estudios de derecho, tenía un buen trabajo, una casa preciosa, un marido maravilloso y un hijo igual de angelical. Hacía mucho que no veía a Sara, la amiga de su juventud, aunque a veces se acordaba de ella cuando se veía la cicatriz de su dedo índice. Al final, la vida les había llevado por caminos distintos y no habían vuelto a verse desde que acabaron el instituto. Una noche, Alicia tuvo una horrible pesadilla: iba conduciendo, cuando de repente un camión invadía su carril e impactaba con su coche.

Se despertó empapada en sudor, y justo en ese momento, oyó el timbre de la casa. Eran las 3 de la madrugada. Miró a su marido, que dormía profundamente a su lado, en ese momento, el timbre volvió a sonar con insistencia. Maldiciendo por lo bajo y preguntándose quién podría ser a esas horas, Alicia se levantó y fue a abrir la puerta.

Al asomarse y ver aquella mujer que estaba en el porche, abrió la boca, totalmente anonadada. Aunque había cambiado bastante, la reconoció enseguida. Allí, terriblemente pálida, ojerosa y con una enorme herida sangrante en la cabeza, estaba su antigua amiga Sara.

- ¡Por Dios, Sara! ¿Qué ta ha ocurrido? Entra, te curaré esa herida.

- ¡Cuánto tiempo sin vernos!

Sara no se movió de donde estaba.

- He venido a cumplir mi promesa, Alicia. He muerto y vengo a decírtelo.

Alicia se quedó sin habla. - Ya que la vida nos ha separado, estaremos juntas en la muerte. Te estaré esperando...- dijo Sara levantando el dedo índice.

Acto seguido, desapareció.
Alicia empezó a notar un dolor persistente en su propio dedo índice, al mirárselo descubrió que lo tenía empapado en sangre, como si se le hubiera vuelto a abrir el corte que se hizo años atrás... Lanzó un alarido estremecedor y cayó desvanecida al suelo. Al día siguiente, despertó en su cama y pensó que todo había sido un mal sueño. Encendió el televisor para desayunar, lo que vio la dejó helada: la noche anterior, a las 3 de la madrugada, había ocurrido un accidente de tráfico: un camión había chocado contra un auto, y la conductora  había fallecido en el acto. A partir de aquél día, su vida se convirtió en un auténtico infierno. No comía, se olvidaba de recoger a su hijo en el colegio, no rendía en el trabajo... Y todas las noches tenía el mismo sueño, en el cual oía llamar a la puerta, y al abrir veía a Sara levantando el dedo índice y diciendo "te estaré esperando", tras lo cual siempre se despertaba con un dolor insoportable en su dedo lleno de sangre.

Su marido no entendía lo que le estaba pasando, los médicos no encontraban ninguna explicación, y finalmente internaron a Alicia en un psiquiátrico. Allí no hizo más que empeorar, ahora en sus pesadillas veía a Sara junto a su cama. Una noche, un celador del psiquiátrico oyó un espantoso ruido de cristales rotos que provenía de la habitación de Alicia.

Al entrar en el cuarto vio que la ventana estaba rota, se asomó y vio a Alicia tirada sobre la acera en medio de un charco de sangre. Tenía una gran herida en la cabeza y a su lado, en el pavimento, alguien había escrito con sangre: "AMIGAS PARA SIEMPRE".

lunes, 19 de octubre de 2015

La leyenda de "La bruja de Blair" - Historias de terror



En febrero de 1785, en el antiguo pueblo de Blair (actualmente Burkittsville), que se encontraba en el norte central de Maryland, a dos horas de distancia de Washington DC, una anciana llamada Elly Kedward engañó a varios niños de la ciudad para que fueran a su casa y les sacó sangre. Cuando los pequeños se lo contaron a sus padres y les enseñaron las heridas, los ciudadanos reaccionaron con una rapidez brutal. Después de acusarla de brujería, de acuerdo con las leyes locales, la expulsaron del pueblo.

Kedward fue atada a una carretilla y en ella la empujaron a los bosques, donde la abandonaron a su suerte en medio de un invierno especialmente duro. Dando por hecho que Elly había muerto de frío, la gente de Blair volvió a una aparente calma. Pero esa tranquilidad solo fue presagio de otras tempestades…

En noviembre de 1786, la primera noche que nevó, la hija del magistrado de la ciudad desapareció misteriosamente. Una semana más tarde, el principal acusador de Kedward también desapareció. Para el final del invierno, casi la mitad de los niños de la ciudad parecían haber sido tragados por la tierra sin dejar rastro, incluyendo a todos los acusadores.

Temiendo una maldición, los ciudadanos huyeron aterrorizados en cuanto mejoró el tiempo...

CRONOLOGÍA DE LA LEYENDA

Febrero 1785.
En el pequeño pueblo de Blair, varios niños acusan a Elly Kedward de persuadirles para que fueran a su casa con el fin de sacarles sangre. Declarada culpable en un juicio por brujería y espiritismo, es desterrada del pueblo durante uno de los mas crudos inviernos del la época. A causa del mal tiempo y de que ningún lugareño tuvo contacto con ella, es declarada oficialmente muerta.

Noviembre 1786.
Durante el invierno de este año la mitad de los niños del pueblo, entre ellos los que delataron a Elly, desaparecen. Ninguno de ellos es encontrado, ni vivo ni muerto. Ante el temor de la intervención de fuerzas maléficas, y el miedo a una maldición, los vecinos del lugar abandonan Blair y juran no volver a pronunciar más el nombre de Elly Kedwards.

Noviembre 1809.
Se publica un libro titulado "The Blair Witch Cult" (El culto de la bruja de Balir). Este libro, insólita obra de ficción de poca calidad, cuenta la historia de una aldea maldecida por una bruja. El pueblo es Blair y la bruja, Elly Kedwars. En el libro se da caza a la bruja y es quemada por sus crímenes.

Enero 1824.
Se funda Burkittsville en el antiguo asentamiento de Blair. Ninguno de los fundadores conoce la historia original de Blair.

Agosto 1825.
Once vecinos de Burkittsville aseguran que del Tappy East, río que cruza la localidad, salía la mano de una mujer extremadamente pálida.

Al ir a investigar aquella mano desapareció y sin que nadie pudiera hacer nada una niña llamada Eilleen Treacle se sumergió en el río. Eilleen tenia diez años de edad cuando desapareció. El cuerpo de la niña nunca llegó a ser recuperado.

Tiempo después de la desaparición el arroyo se ve obstruido por una increíble cantidad de ramas grasientas que afectan a la potabilidad del agua. Esto pasa a ser la causa más probable de muerte de un lugareño.

Marzo 1886.
Rabin Weaver, de ocho años de edad es dada por desaparecida y se envían equipos de salvamentos en su búsqueda. Weaver acaba por volver, no así una de las partidas de rescate. Semanas mas tarde se encuentran los cuerpos en Coffin Rock, atados entre si de pies y manos completamente destripados.

Noviembre 1940 a marzo 1941.
Empezando por Emily Hollands, siete niños más desaparecen en las inmediaciones de Burkittsville, en el estado de Maryland.

Marzo 1941.
La intranquila y poco agradable vida de los lugareños de Burkittville se ve aún más perturbada cuando un ermitaño Rustin Parr acude al mercado de pueblo y grita "por fin he terminado". Tras interrogarle, sin ningún éxito, les indica a los policías que le sigan a su cabaña así lo entenderán todo. Tras cuatro horas de caminata, llegan a su pequeña cabaña, hallando los cadáveres de los siete niños en siete pequeñas tumbas situadas detrás de la casa. Al exhumar los cadáveres se observan signos de violencia, algunos incluso están destripados, y todos parecen haber formado parte de un ritual diabólico. Parr es acusado de los crímenes y su explicación consiste en que escuchaba una voz en su mente, precisamente la de una anciana, que le ordenaba y le dirigía en las muertes de los niños. Parr es condenado a la horca y es ejecutado (artículo del Washington Press).

20 Octubre 1994.
Heather Donahue, Joshua Leonard y Michael Williams, estudiantes de la Universidad de Montgomery, deciden realizar un documento gráfico en Burkittsville sobre Elly Kedwards, la bruja de Blair.

En su afán por recopilar información deciden interrogar a los habitantes de pueblo, y entre ellos encuentran a la "peculiar" Mary Brown, una vieja demente que afirma haber visto a la bruja cerca del riachuelo de Tappy East. La descripción que ofrece es más parecida a la de un ser mitológico que a la de una bruja. Afirma que la aparición en cuestión era femenina en su parte humana, pero tenia rasgos animales y grandes cotas de pelo a lo largo de brazos y piernas.

21 Octubre 1994.
Los estudiantes, después de haber entrevistado a los habitantes de Burkisville, se adentran en el bosque con el objetivo de encontrar Coffin Rock, a unos veinte minutos del pueblo y de fácil acceso.

25 Octubre 1994.
Los estudiantes no aparecen, y las autoridades encuentran el coche de Joshua Leonard, aparcado en la carretera de Black Rock. No hay rastro de los estudiantes, aunque deberían haber vuelto hacía dos días.

26 Octubre 1994.
Los familiares de los estudiantes denuncian la desaparición de sus hijos y la policía de Maryland comienza una exhaustiva búsqueda de los jóvenes ya que se teme por sus vidas, por si se han perdido en el bosque y no llevan provisiones suficientes.

Esta tarea es realizada durante tres días por un total de 100 hombres, varios perros y un par de helicópteros. Como último recurso se realiza un rastreo por satélite sin ningún tipo de éxito.

No hay rastro de ellos.

5 Noviembre 1994.
Se da por finalizada la búsqueda sin resultados. La madre de Heather, Angie Donahue empieza una búsqueda personal de su hija y sus compañeros.

19 Junio 1995.
Por falta de pruebas, el caso se declara cerrado, es archivado a esperas de que se declare la muerte oficial de los estudiantes.

16 Octubre 95.
Un estudiante de antropología, en una excursión, encuentra enterrado bajo una vieja cabaña una mochila que contiene latas de película, cintas DAT, video-casetes, una cámara de video Hi-8, el cuaderno de notas de Heather y una cámara CP-16. Después de analizar las pruebas, el Sheriff Ron Cavens confirma la autenticidad de las pruebas y la pertenencia de aquel material a los estudiantes.

15 Diciembre 95.
Tras mucho papeleo y la oposición de las autoridades, se les permite a los padres de los desaparecidos visionar algunos de los fragmentos grabados en las cintas encontradas en la mochila. Tras la visualización, las cosas no quedan demasiado claras, los padres exigen volver a verlas, pero tal petición es denegada. Los familiares afirman que hay muchos aspectos insólitos y poco concluyentes en los fragmentos que han visto, pero nadie les ayuda.

15 Enero 1996.
Las investigaciones no avanzan, aunque se posean las filmaciones, así que Angie Donahue decide contratar a un detective privado, Buck Buchanam, para que le de mas información de la desaparición de su hija.

16 Febrero 1996.
Se hace publico el segundo fragmento del film. La razón del retraso de la proyección es consecuencia de la poca verosimilitud que produce la cinta en la policía. Angie Donahue se indigna, ya que cree que las cintas han sido trucadas y pone en tela de juicio la profesionalidad del sheriff. Este restringe todo el acceso a las pruebas del caso.

1 Marzo 1996.
El sheriff declara que las pruebas son poco convincentes y vuelve a declarar el caso como cerrado y sin resolver.

16 Octubre 1997.
Terminada la clasificación de todas las pruebas del caso, excepto las filmaciones de los últimos días, se entregan a los familiares de los desaparecidos.

20 Mayo 1997.
El detective Buchanam entrega su informe final a la señora Donahue en el cual plantea la posibilidad del asesinato por parte de un grupo satánico.

16 Octubre 1997.
Se entregan a los familiares el resto de pruebas. Angie Donahue acude a Haxan Films para reconstruir los hechos.

martes, 13 de octubre de 2015

El esposo - Historias de terror



Tomas y Katerina era un matrimonio afable y de buen trabajar. Contaban con la bendición de tener a dos hermosas niñas las cuales querían a más no poder. Un día fueron invitados a una importante reunión de trabajo, en uno de los restaurantes más costosos de la ciudad. Esta cena implicaba un ascenso en la carrera laboral de Tomas, por lo que la pareja negó la posibilidad de ausentarse. Como buenos padres que eran, nunca dejaban solas a sus hijas, pero en aquella ocasión tendrían que hacerlo. Cuando no, los contratiempos jugando  malas pasadas.

Se habían mudado hace poco a un vecindario normal de gente laboriosa como ellos, donde los niños podían jugar libremente en las calles y nada malo podría ocurrir.

Pese a vivir en aquel lugar de extrema tranquilidad no se relacionaban mucho con los vecinos. Hasta el momento habían conseguido hacer una sola amistad con la vecina de al lado. No sabían demasiado de ella, aunque la vieran constantemente como se imaginarán. De todas formas aquella mujer hacía notar a leguas que era de intenciones bondadosas.

La noche de la cena había llegado. Tomas trató de contratar una niñera, pero no dio resultado; la mayoría se encontraban ocupadas y las demás no contestaban. Intentó ubicar a sus familiares más cercanos, por si existiese la posibilidad de que cuidasen a sus pequeñas de cinco y siete años, pero desgraciadamente no pudo contactar a nadie. Parecía ser que esa noche irradiaba aires ominosos.

Katerina se cansó de la situación y convenció a Tomas para pedir ayuda a su vecina aledaña. El padre de familia accedió sin reproches y se dirigieron sin más a la casa de al lado para pedirle el gran favor de hacerse cargo de las niñas mientras se ausentaban unas horas.

Una vez que llegaron a destino, Tomas notó algo extraño. La puerta estaba a medio abrir y pese a que eran días de verano y se trataba de un vecindario tranquilo, la gente solía mantener la seguridad cerrando puertas y ventanas, nadie se confiaba tanto, al menos hasta ese momento. Katerina propició algunos golpecillos a la puerta para que su vecina saliese a atender, pero nadie parecía estar en casa. Luego de un instante, cuando el matrimonio se dio por vencido, un hombre, sin previo aviso, los atendió. Su aspecto era angelical y de extremada belleza

-Hola ¿qué desean?- Les dijo.

Tomas habló, sintiendo celos notables por la mirada de su esposa sobre aquel hombre.

-Hola señor -¿está Sheila en casa?

-No. Ella tuvo que salir urgente al hospital. Su madre enfermó.

Tomas demostró sus respetos -Cuanto lo siento-

-No hay problema. Yo soy su esposo. Los ayudaré en lo que necesiten.

Katerina seguía mirando a aquel hombre estupefacta por sus encantos.

-Bueno, no te molestamos más- dijo Tomas.

-No hay problema…

-Adiós.

-Espera… ¿acaso precisan algo? Quizá pueda ayudar.

-No lo creo…

-Sólo dime, quizá pueda colaborar- insistió.

-Mira… requerimos que alguien vigile a nuestras hijas. Nos ausentaremos esta noche y no queremos dejarlas solas.

-Entiendo… hay muchos dementes sueltos por ahí.

-Parece que vamos por el mismo lado.

-¿Quieres que las cuide? Sheila volverá pronto.

-¿No tienes problema? continuó Tomas

-Claro que no- le dijo el muchacho de proporciones deslumbrantes.

Tomas no estaba muy decidido, pero aquel hombre emanaba superioridad y confianza.

-Está bien. Ya mismo te traeremos a nuestras pequeñas.

Katerina susurraba algo que no lograba entender, parecía estar nerviosa con la presencia de aquel hombre de rasgos perfectos. Sin duda su atractivo la intimidaba.

La pareja fue presurosamente hasta su hogar, y volvieron con las niñas. En la puerta el conciderado vecino los tranquilizó preguntándoles:

-¿Quieren que las cuide en su hogar?-.

-Sería genial, muy amable de su parte- prosiguió Katerina.

Tomas asintió y su preocupación cesó un poco por aquella noticia. La seguridad de su vivienda también sería resguardada.

-¿Dejarás sola tu casa? interrogó inmediatamente

- Repito no hay problema. Sheila llegará en breve y estaré mirando de tanto en tanto, no se preocupen.

-¡Perfecto!- exclamó Tomas.

Estaba tan contento por haber solucionado todo, que creía que ya nada podría fallar. Después de terminar con aquel problema, se retiraron despidiéndose de las dos niñas y el esposo de Sheila.

La noche estaba a punto de terminar para la exitosa pareja, todo había ido de maravillas, el nuevo ascenso laboral era algo seguro para Tomas. La cena había sido una delicia y la reunión concluía sin inconvenientes. El padre de las pequeñas pidió permiso para ir al baño y decidió llamar a su vecina para ver si todo marchaba bien. Calculó que ya debía haber llegado a su morada hace rato, puesto que su cónyuge les mencionó que no tardaría. Una vez que pudo comunicarse escuchó de fondo música a todo volumen como si Sheila estuviese en un fiesta -algo que preocupó demasiado a Tomas-.

-Hola. Sheila- Continuó.

-¿Sí?

-Soy Tomas tu vecino.

-No te escucho saldré afuera.

Tomas 
pensante preguntó para si mismo -¿afuera?-. ¿Acaso no estaba en un silencioso hospital o en su hogar con las niñas?.

-Ahora te oigo ¿quién eres?

-Soy Tomas.

-Hola vecino… ¿qué necesitas a estas horas?

-¿Cómo va todo con las chicas?- preguntó apresuradamente.

-Bien, están todas muy borrachas.

Se oyó una risa después de aquellas palabras.

-¿Cómo!!!?, le diste alcohol a nuestras hijas? - prosiguió furioso.

-¿De qué me estás hablando?

-¿Estás con nuestras hijas, no es cierto?

-Tomas ¿estás loco? Estoy en una fiesta, lejos de la ciudad.

-Pero… tu marido dijo que estabas en el hospital y que volverías pronto.

Sheila quedó en silencio un instante y respondió preocupada con la voz quebrada casi llorando.

-¿Marido?-.

-Sí- afirmó Tomas.

-Yo. No tengo esposo…

-¿Qué!!!!?- exclamó el hombre de familia.

-¿Qué demonios sucede Tomas!!!!?-le preguntó su vecina sollozando.

-Fuimos a tu casa y nos atendió un hombre que dijo ser tu esposo!!!.

Sheila lanzó un grito y lloró desesperada, para luego decirle:

-¡Tomas! Llama rápido a la policía yo no tengo marido- los llantos que se oían detrás del teléfono eran horribles.

Cuando los oficiales llegaron al sitio de los hechos era demasiado tarde. La escena del crimen había tenido lugar en la casa de Sheila. Las dos niñas se encontraban descuartizadas y con indicios de violación. Era un verdadero infierno. El malviviente que se hizo pasar por marido de Sheila era un conocido asesino en serie que abusaba y maltrataba niñas, para luego robar las posesiones materiales de las familias, en las casas a las que ingresaba. Su modus operandi fue reconocido inmediatamente por los investigadores, que dieron aviso a las autoridades locales. Su aspecto bondadoso y facciones atractivas engañaron a más de un ingenuo. La pareja de esta historia fue una más de la larga lista que cayeron en las manos de aquel demonio vestido de ángel.

martes, 6 de octubre de 2015

Un siniestro episodio "El suicidio de Calamardo" contado por un interno de Nickelodeon - Historias de terror

Fuí interno en Nickelodeon Studios durante el 2005 para obtener mi título en animación. No recibía un sueldo, de hecho la mayoría de las pasantías no son pagas, pero tuve algunas experiencias más allá de la educación.

Los adultos no lo ven como un buen empleo, pero la mayoría de los niños mueren por estar ahí. Como trabajaba con editores y animadores, me tocaba ver los capítulos nuevos antes de que salieran al aire. Iré al grano sin dar muchos detalles. Acababan de hacer la película de Bob Esponja y el staff entero estaba falto de creatividad, así que les tomó mucho tiempo iniciar la siguiente temporada. Sin embargo, el retraso duró más por algunas razones perturbadoras que contaré a continuación:

Hubo un problema con el primer episodio de la temporada que demoró por meses a todo el equipo y el proyecto en cuestión. Otros internos y yo estábamos en el cuarto de edición junto con los animadores principales y los editores de sonido, listos para hacer el corte final. Recibimos una copia de lo que se suponía era "Fear of a Krabby Patty" y nos reunimos alrededor de la pantalla para ver. Ahora, dado que no era el corte final, a veces los animadores ponen un título falso en tono de broma, un chiste interno como "no funciona el Sexo" en lugar de "Rock-a-by-Bivalbe" cuando Bob y Patricio adoptan una ostra, solo por poner un ejemplo.

Nunca fue nada en particular gracioso, pero siempre fueron chistes relacionados con el trabajo. Así que cuando vimos como título "Squidward\'s Suicide (el Suicidio de Calamardo)" no pensamos que fuera algo más que una broma mórbida. Uno de los internos incluso emitió una risa seca.

Comienza con la música alegre habitual.

Acto seguido vemos a Calamardo practicando con el clarinete, errando algunas notas como siempre. Luego oímos a Bob riéndose afuera; por lo que Calamardo se detiene y le grita que se calle, puesto que tiene un concierto esa noche y necesita practicar. Bob obedece, y se va a ver a Arenita acompañado de Patricio.

La splash screen de burbujas aparece y entonces vemos el final del concierto de Calamardo.
Aquí viene la parte donde todo se pone raro.

Mientras toca, algunos cuadros se repiten, aunque el sonido se mantiene lineal (esto da a entender que esta hecho a conciencia y que no es producto de una falla técnica) terminando como si nada hubiese pasado. Hay murmullos en el público antes de que comiencen a desaprobar la performance.

No eran abucheos comunes en el show, se podía escuchar malicia en ellos, tenían un grado de expresividad excesivamente perversos (y desde luego era en tono serio), algo poco usual en una serie para niños.
Calamardo estaba de pie, nervioso y viéndose asustado. La imagen cambia, esta vez hacia la multitud; Bob Esponja que está en el centro también abuchea, comportándose muy diferente a como lo hace siempre.

Lo más raro de todo, es que los ojos de aquellos personajes eran híper realistas, muy detallados. Claramente no eran recreados queriendo simular ojos humanos reales, pero presentaban características particulares que lograban un efecto de compenetración llamativa. Las pupilas rojas encerraban un halo siniestro en la mirada fría de los espectadores.
Algunos nos observamos confundidos entre sí pero como no éramos los guionistas, nunca nos preguntamos cómo le atraería eso a los niños.

La toma cambia, Calamardo se sientá en la orilla de su cama y se lo ve muy mal.
Por su ventana se vislumbra la noche, dando a entender que es poco después del concierto. Lo curiosamente aterrador es que en este punto no hay sonido. Ni siquiera el ruido de los speakers en la habitación, aunque estaban trabajando perfectamente.

Calamardo solo estuvo ahí, sentado y parpadeando en silencio durante unos 30 segundos aproximadamente, entonces comenzó a llorar. Sonaba lo que parecía una pequeña brisa a través de un bosque. Luego se cubrió la cara y continuó derramando lagrimas en silencio por un minuto, mientras el audio comenzó a intensificarse de a poco.

La camara se acerca a su rostro muy despacio. Su sollozo se vuelve más fuerte, lleno de dolor e ira. La pantalla se deforma, como si se doblara sobre sí misma por un segundo antes de volver a la normalidad. El leve sonido de viento se vuelve más severo, como si se tratara una tormenta.

Lo realmente espeluznante de esta resonancia y el desconsuelo de Calamardo es que sonaba demasiado real, como si los parlantes fueran agujeros y existiera otro plano tras ellos. Como si tales sonidos fueran originados en aquella sala del estudio.

Bajo ese ruido envolvente, una especie de risa comenzó a emerger en intervalos raros, nunca durando más de un segundo, dificultando el reconocimiento instantáneo de la carcajada (observamos esto dos veces, así que perdónenme si las cosas suenan muy específicas, pero he tenido tiempo para razonar sobre ellas). Luego de treinta segundos, la pantalla se puso borrosa, se torció violentamente y parpadeó, inmediatamente supimos que faltaba un frame en la animación. El editor principal pauso el episodio y rebobinó cuadro por cuadro.

Vimos algo horrible. Era la foto de un niño muerto, de no más de seis años de edad. Su cara estaba deformada, ensangrentada y un ojo colgaba de su cavidad orbitaria. Estaba en ropa interior, con el estómago abierto y las entrañas yaciendo a su lado en el pavimento de, probablemente, algún recóndito camino.

Una de las cosas que nos llamó la atención fue la sombra proyectada del fotógrafo sobre el piso donde se hallaba el cadáver.
No había cinta del crimen, no había evidencias o marcas, y el ángulo era extraño, como si aquel sujeto fuera el culpable de tal terrible acto y registrara aquella imagen ocultando ciertos detalles fundamentales en una posible investigación policial. Estábamos mortificados por supuesto, pero seguimos, esperando que fuera una broma torcida y enferma.

La pantalla regresó a Calamardo, que continuaba llorando incluso más fuerte que antes. La toma era de medio cuerpo.

Ahora, había sangre corriendo por su rostro, saliendo de sus ojos; los cuales estaban dibujados de forma hiper-realísta (al igual que el público anteriormente), como si al tocarlos, pudieses mancharte de sangre. El viento ahora sonaba como un huracán a través de un bosque; incluso con sonidos de ramas rompiéndose.

La risa, un barítono profundo, ahora duraba más y era más frecuente. Tras 20 segundos, la pantalla volvió a deformarse para mostrar una imagen de un solo cuadro. El editor dudó en repetirla, pero sabíamos que debía hacerse.

Se trataba de la fotografía de una niña pequeña, no mayor al niño de la primera. Estaba tirada sobre su estómago con un charco de sangre a su lado. Su ojo izquierdo también había sido extraído, y tenía ropa interior. Sus entrañas se encontraban desparramadas en su espalda, saliendo de un corte. De la misma manera que en la primera foto, el cuerpo se hallaba tirado en la calle y se podía observar una sombra similar en tamaño, forma y complexión. Todo indicaba que pertenecía al mismo fotógrafo.

Casi vomito. Una empleada interna salió corriendo. Sin embargo el show continuó.

Luego de cinco segundos tras la foto, Calamardo se calló y el sonido intenso de llanto, viento y efectos irreconocibles cesó hasta quedar absolutamente en silencio, como cuando empezó el episodio. A continuación retiró las manos de su cara y sus ojos sangraban, inyectados de sangre, se podían divisar las pequeñas venas que se entrecruzan en el globo ocular. Solo miraba la pantalla, como si intentase conectar con el espectador (les aseguro que realmente parecía estar observándome). Luego de 10 segundos, comenzó a sollozar, esta vez sin cubrirse los ojos. El sonido era agudo, fuerte y mezclado con gritos. Lágrimas y más sangre escurrían por su rostro como un torrente.

El rugido del viento volvió junto con la macabra risa, y esta vez la fotografía duró más cuadros.

El animador detuvo el episodio una vez más y retrocedió. Se podía contemplar un niño de edad similar a los anteriores, pero esta vez había algo distinto.

Las entrañas salían del estómago, sostenidas por una gran mano; el ojo derecho, al igual que en las anteriores fotos, estaba arrancado y colgando repleto de sangre. El animador procedió a reproducir la pequeña cantidad de cuadros lentamente pero de forma continua y entonces me quebré. Vomité en el piso; los animadores y editores miraban horrorizados la pantalla.

En aquella secuencia se pudo apreciar como la mano levantaba pausadamente las tripas, vimos los ojos del niño enfocándose en ella, y parpadear los últimos dos cuadros. El editor principal de sonido pidió interrumpir la reproducción del episodio para llamar al mismísimo creador de la serie. El Señor Hillenburg arribó quince minutos después, confundido y sin saber porqué lo habían convocado, así que el editor siguió con el capítulo.

Una vez que terminaron los cuadros, Calamardo reapareció contemplando a cámara, pero esta vez sosteniendo una escopeta. La toma se abrió, y una voz dijo "HAZLO".

Inmediatamente el personaje pone el arma en su boca y jala el gatillo. El muro tras él acaba salpicado por sangre espesa y materia gris realista. Calamardo sale despedido hacia atrás con fuerza.

Los últimos cinco segundos muestran su cadáver de costado sobre la cama y su ojo izquierdo cuelga de lo que queda de su cabeza. Reposa inerte mirando fijamente el suelo.

El episodio acaba y el señor Hillenburg furioso exige saber qué demonios está ocurriendo. Muchos dejaron la sala en ese momento, así que solo unos cuantos de nosotros repetimos el episodio para analizar los detalles. Ver aquel capitulo una segunda vez solo sirvió para que se grabara en mi mente. Las pesadillas no tardaron en llegar. Siento mucho haberme quedado.

La única suposición a la que llegamos es que el archivo fue editado por alguien en la cadena desde la sala de dibujo. Llamaron al CTO para que indagara el caso. El análisis del archivo muestra que grabaron material encima. Mediante exhaustivos interrogatorios y un minucioso examen del estudio de animación no se pudo hallar indicios del culpable.

La investigación de las fotografías no arrojo más datos interesantes que lo que ya estaba a la vista. No se pudo identificar a ninguno de los niños, y la poca información que se pudo extraer del personal y material no sirvió para encontrar pistas relevantes.

 
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